La justicia sí existe y quienes la infringen responden ante ella. Esas son sabias palabras de un experto en leyes originario de la ciudad de Estelí, quien fue testigo de actos terroristas que sujetos integrantes de una peligrosa agrupación venían realizando en el casco urbano y la salida sur de la ciudad a mediados del mes de abril.
Los crimininales eran amparados en tranques y justificaban los hechos criminales como protestas cívicas. Puntualizaban negocios donde hubiesen guardas de seguridad y después, bajo intimación, les robaban las armas para luego continuar creando caos entre las familias.
Después de un trabajo dirigido por oficiales de Inteligencia de la Policía Nacional encubiertos, es como se logra desmantelar esta agrupación que era liderada por Sergio Iván Arroliga Espinoza, el que el pasado 22 de abril inició junto a otros el plan específico en un acto golpista de destruir la ciudad, cuya orden fue muy clara: asesinar a quien lo intentara impedir. Para esto se alió de delincuentes, quienes poseen un amplio "rosario" delictivo y los equipos de escopetas, revólveres como también de un fusil AK47.
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Existen abundantes pruebas que incriminan a los ahora procesados, tales como grabaciones de llamadas en teléfonos celulares, videos que muestran la participación de cada uno de ellos en los delitos antes descritos, como también las declaraciones de testigos quienes confirman los hechos violentos a los que fueron sometidos por estas personas, quienes ahora responden ante la justicia.
El Ministerio Público acusa ante el juez titular del Juzgado Sexto Distrito Penal de Audiencias de Managua, Julio Cesar Áreas, a los procesados de ser autores de los delitos de crimen organizado, entorpecimiento de servicios públicos, robo agravado, secuestro simple, fabricación, trafico, tenencias y uso de armas restringidas sustancias o artefactos explosivos, tenencia ilegal de armas, asociación para delinquir y amenazas con armas de fuego con la finalidad de obtener beneficios económicos y de otra índole.
De acuerdo al relato de los hechos presentado por la fiscal, una vez que la agrupación delincuencial terrorista se estableció en todo el departamento de Estelí, estos se hicieron llamar "Los Chapulines" dominando y dirigiendo actos de violencia a fin de causar muertes y desgracias a humildes trabajadores quienes eran su blanco favorito y mejor aún si pertenecían a cualquier institución de Gobierno.
El juez al encontrar abundantes méritos en la acusación después de dar Ha Lugar a la petición del Ministerio Público, sobre la tramitación compleja en este proceso judicial, remitiría la causa a juicio oral y público.
