El intentar cruzar la carretera a Masaya en estado de ebriedad y sin precaución alguna casi le cuesta la vida al señor Francisco Antonio López Rodríguez, de 62 años, quien fue atropellado por el carro que conducía Allan Vargas cuando este último se dirigía a su casa. El suceso tuvo lugar de la rotonda Centroamérica, una cuadra al sur.
Allan, que salía de su trabajo y se dirigía a su hogar, vio cómo otros vehículos esquivaron al señor, no corriendo con la misma suerte cuando él trató de hacerlo. "Yo vengo detrás de dos carros que esquivan al señor cuando se tiró, él no hizo como esperar ni nada, se entiende porque anda ebrio. Cuando los otros carros lo esquivan, yo trato de hacer lo mismo; pero no lo logro por completo y le doy en el brazo con el retrovisor, ahí el cae y se golpea el rostro. Suerte que venía despacio, porque de otra forma lo agarro en lleno y capaz que mato al señor", aducía Vargas. Agregó que con ayuda de los guardas de seguridad de la zona, cruzó al señor hacia un lugar seguro para evitar que fuese arrollado por otro vehículo, evitando así, una tragedia.
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El lesionado, mientras era atendido por miembros de Cruz Roja Nicaragüense, dijo que vio la calle oscura y por eso cruzó rápidamente, según él; aunque la realidad era otra, tomando en cuenta que antes de ser arrollado dos carros más lo habían esquivado.
Los técnicos en emergencias médicas luego de darle la atención prehospitalaria trasladaron al señor López al hospital Manolo Morales, presentando un trauma craneoencefálico más diversos golpes.
Por su parte, Vargas decidió trasladarse al distrito policial más cercano, explicar lo que había sucedido y no irse de una forma que hiciera creer que se había dado a la fuga. Serían los agentes del orden los que decidirían de que forma proceder ante este caso.
