Cerca de la parada de buses en el sector de Las Cuevas se registró un accidente de tránsito, donde los involucrados fueron Esnyder Pérez de 32 años de edad, conductor del autobús que cubre la ruta Tipitapa-Managua (mercado Iván Montenegro), y un ancianito identificado como Víctor Gutiérrez Balmaceda de 70 años de edad, que viajaba a bordo de una bicicleta montañera.
El accidente ocurrió cuando el ancianito viajaba en su medio de transporte con dirección de sur a norte y el autobús en el mismo sentido. Según testigos el busero por pelear pasajeros con otro busero arrancó como "alma que se lo llevaba el diablo" e impactó al señor con la llanta trasera derecha. Producto de la colisión resultó con varias heridas en la cabeza.
La bicicleta quedó aplastada, personas que observaron el percance daban gracias a Dios porque sobrevivió. El lesionado fue atendido por miembros de la Cruz Roja Nicaragüense, trasladándolo al Hospital Primario Yolanda Mayorga en Managua.
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Agentes de tránsito de Tipitapa-Managua investigan el caso para determinar el grado de responsabilidad de los implicados. Al final el conductor del autobús fue trasladado en calidad de detenido al Distrito VIII de la Policía de Managua, mientras se determina responsabilidad entre ambos.
Doña María Artiaga dijo que vio cuando los dos buseros se iban peleando por pasajeros y compitiendo: "Iban ocupando los dos carriles sin importarles el peligro que ellos representan para los peatones, ciclistas, motociclistas y demás conductores".
Reyna del Socorro Altamirano es vendedora de mangos y agua helada, quien se ubica en la parada de buses Las Cuevas; ella aseguró que todos los días y a toda hora los buseros de las diferentes cooperativas de buses arman el alboroto con pitadera, gritos y hasta pleitos. Ella espera que las autoridades policiales regulen y tengan más control de los buseros ya que también se paran donde no deben.
Por otra parte Guillermo Chávez aprovechó para hacer el llamado a la Policía que regulen los pitos de los buses, dice que tiene a su abuelo de 80 años de edad muy enfermo, y que a veces está dormido cuando los buseros comienzan a pitar. "Les parece juego y no dejan descansar a nadie", expresó.
Además hacen el llamado para que ubiquen reductores de velocidad ya que cerca de donde ocurrió el percance, están dos colegios en los cuales imparten clases en la mañana y en la tarde, señalando que el paso de buses a exceso de velocidad es un peligro latente.