Los chavalos del Movimiento Cultural Leonel Rugama se pusieron las pilas para organizarse con las escuelas de danza de los diferentes municipios de Managua y que sus estudiantes pudieran mostrar sus talentos en el anfiteatro Thomas Borge Martínez.
Orling Arauz del movimiento cultural afirmó que “Nos propusimos que el año 2017 fuera el año de la cultura, el año donde podemos proyectar a esos muchachos, a esos artistas nuevos y con experiencias para que ellos se puedan presentar acá en el anfiteatro”.
Los protagonistas de los bailes son niños y niñas quienes junto a sus padres en una Nicaragua libre respiran los aires de seguridad, amor y unidad familiar, valores que se inculcan desde el hogar, pero que el gobierno con la restitución de derechos está cultivando.
“Me siento feliz, alegre, contenta con esto que estoy viendo. porque los niños se están distrayendo y esto es una cosa que antes nunca lo habíamos visto hasta ahora con nuestro comandante, bendito sea DIOS para que esté mucho tiempo y estén los niños recreándose”. Fueron las palabras que doña María Luisa Jarquín, habitante de la capital, expresó mientras admiraba las destrezas de los bailarines que se presentaron.
Los jóvenes de la promotoría solidaria también se disponen a llevar a este espectacular lugar y que puedan disfrutar de las actividades.
Omel Urbina, un chavalo bastante activo de la miembro de la promotoría solidaria no informó “Nosotros trabajamos de una forma simple de una forma sencilla, pero trabajando con esfuerzos para que las familias estén juntas a disfrutar de un ambiente de unidad”.
A las presentaciones de los bailes asistieron familias de toda la capital y sumaron unas de León y Masaya.