El incendio en una vivienda asustó a vecinos del sector de Villa Guadalupe, en el Distrito II de Managua, en donde afortunadamente por el rápido actuar de los vecinos se logró evitar que la situación terminara en una catástrofe.
Doña Jasmina del Socorro Cardenal Mejía de 34 años de edad, quien habita en la casa ubicada propiamente de la planta eléctrica Las Brisas una cuadra abajo y una al norte, lugar donde existe una pequeña pulpería, recién habia salido de su casa y se dirigía al Mercado Oriental a realizar unas compras para abastecer su negocio cuando ya iba abordar el bus, ahí recibió una llamada telefónica informándole que su casa se estaba quemando y sus dos hijas estaban dentro, cayendo de rodillas en pleno bus siendo luego auxiliada por conocidos quienes a bordo de un taxi la llevaron hasta su hogar, encontrando al menos dos unidades tanto del Benemerito Cuerpo de Bomberos como también de la Dirección General de Bomberos.
El capitán José Clemente Velásquez, jefe de turno de la zona tres de la DGB, dijo que ellos recibieron una llamada telefónica por parte del puesto de mando unificado a que llegaran a apagar las llamas que salían de una vivienda. Al llegar se percataron que el fuego ya había sido controlado por los vecinos, lo que resultó quemado únicamente fue un colchón matrimonial y un abanico, de milagro las personas que estaban en la vivienda se percataron a tiempo y pidieron ayuda, evitando así la propagacion del fuego que de no haberse controlado a tiempo la situación hubiese sido peor.
Alejandro Solórzano, quien es vecino de doña Jasmina, dijo que a la hora del incidente únicamente se encontraba una menor de 14 años que atendía la venta y una niña de cinco años de edad quien se encontraba en el cuarto jugando con fósforos, tratando de quemar el plástico que cubre la cama. Cuando miró las llamas empezó a gritar y pedirle ayuda a su hermanita quien dijo a vecinos y de inmediato apagaron el fuego mientras otros daban aviso a bomberos.
El teniente Rudy Morales, jefe de turno del BCB, dijo que gracias a Dios las llamas se lograron apagar a tiempo y que lo principal es que no se reportaron víctimas ni daños graves.
El no estar pendientes de nuestros hijos puede acarrear graves consecuencias, pues ellos en su inocencia pueden realizar actos que luego de afectarles a ellos también puede repercutir en los padres.