En una de las calles del anexo a Batahola Sur fue capturado el joven conocido como "El Pipián", quien con cuchillo en mano pretendía hacer de las suyas y no se percató que por ese sector pasaría el papá de una de sus víctimas que desde hace dos meses le andaba dando seguimiento para hacerlo pagar por sus crímenes. El sujeto fue amarrado y golpeado; siendo amenazado de prenderle fuego si trataba de resistirse a ser arrestado.
"A mí hijo hace dos meses le robó, lo amenazó con un cuchillo, se lo puso en el cuello y lo despojó de su celular", dijo el padre de la víctima, de nombre Eduardo Enrique Duarte, de cuarenta y siete años de edad, mismo que agregó que el individuo no habita en ese barrio y solo llega para cometer los robos y luego darse a la fuga. Según Duarte, desde el momento que asaltó a su hijo se dio a la tarea de seguir a esta persona; pero cada vez que estaba a punto de atraparlo, lograba escabullirse.
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El error de este amigo de lo ajeno fue tratar de asaltar sin importarle la lluvia que caía en la capital, algo que fue bien aprovechado por el señor Duarte, que sin mediar palabra se abalanzó sobre él y logró neutralizarlo, quitándole además un cuchillo que es utilizado para intimidar y de ser necesario herir a las víctimas que se oponen a ser asaltadas.
Lo amarró con ayuda de pobladores del sector y de paso le dieron una buena golpiza para que se le quite la mala costumbre de adquirir cosas de forma incorrecta. Tal fue la paliza que le dieron que en una de sus piernas le provocaron una herida.
Tanto estaba intimidado este joven que sintió un gran alivio al ver llegar a los agentes de la policía nacional, quienes procedieron a llevarlo a la delegación dos y ponerlo tras las rejas en lo que Duarte interpone la formal denuncia.
