Un ciudadano de Ocotal identificado con las iniciales F.G. de unos 60 años, se rindió ante el Dios Baco, la tarde de martes último, después de pasar muchos años como bebedor consuetudinario.
El cuerpo sin vida fue encontrado en una pequeña vivienda de adobe y de techo desvencijado de la periferia oeste del Barrio “Teodoro López” propiedad de una persona que está en Estados Unidos y que los tomadores utilizaban como gruta para consumir bebidas alcohólicas y pernoctar.
“Son varios bolitos que todas las noches vienen a esa casa y este es un problema que nos afectas”, expresó la señora Esperanza Moran Vargas, quien demandó el cierre de la vivienda que se ha convertido en un foco de contaminación, “pedimos que cierren esa casa porque viera como está de contaminada por el orín y las heces”, recalcó.
“Él tenía una casita aquí en el barrio, pero la vendió y desde hace tiempo se dedica a la bebida y lo que sabemos que tiene familiares en otro barrio”, relató José Benjamín Jiménez.
Ruperto Mendoza Rodríguez, dijo que en las horas vísperas a su muerte por la presunta causa de bronco- aspiración observó que todo el grupo de bebedores estaban reunidos con el ahora finado. “Esa era la vida de él tomar todos los días, en esa casa deshabitada duermen los tomadores”.
Otros vecinos dijeron que pese al vicio que lo mantenía en la calle, era respetuoso y que solía pedir comida a los vecinos. “Y nosotros siempre le dábamos porque tomaba bastante”, dijo Azucena del Carmen López.
Personas caritativas levantaron el cuerpo del infortunado y lo trasladaron a bordo de un camión a la casa de su familia, en el barrio Nuevo Amanecer de esta misma localidad, para su velorio y posterior sepultura.