La población de Nuevo León, ubicada a unos 10 kilómetros al suroeste de Nueva Guinea, pidió a la Policía Nacional, durante una asamblea comunitaria, la captura de sujetos señalados de profanar la última morada de seis difuntos.
Según los comunitarios, dos veces continuas llegaron los sujetos al cementerio; con un trapo, un martillo y un cincel hacían orificios en las tumbas. La población expresó a las autoridades su enojo y advirtió que tomaría la justicia por sus manos, algo que no fue necesario dado a que las autoridades lograron la captura de al menos dos personas involucradas en el hecho.
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La Policía trabajó buscando a los implicados hasta lograr la capturar a Adonis Lúquez Martínez e Isidro Santiago Rivas, ambos habitantes de la zona cinco del casco urbano de la ciudad de Nueva Guinea. Los detenidos asumieron que la primera fueron ellos quienes cometieron el desagradable hecho, pero en la segunda ocasión estaban laborando. Los detenidos manifestaron que ellos cumplían un trabajito encomendado. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer el caso.
La mamá de Adonis Martínez Lúquez, doña Carmen Lúquez, manifestó que su hijo es una persona trabajadora, sin embargo le había manifestado que la primera vez había ido a realizar el trabajito en las tumbas, pero en esta segunda ocasión ya no, porque estaba trabajando en una bloquera y que la Policía tendrá que investigar quiénes son los culpables, manifestó angustiada, quien llorando dijo que en el Sistema Penitenciario guarda prisión otro de sus hijos pagando condena por homicidio.
