Kenia Maryuri Zamora Villachica de 18 años y su cónyuge Pablo Solano Leal de 48, originario de El Ayote, fueron encontrados sin vida enterrados en la finca de su presunto asesino a quien se le conoce solo con el nombre de Crecencio.
El pasado lunes 10 de julio a las 5 de la mañana Kenia y Pablo salieron de su casa ubicada en el asentamiento Flor de Pino, en el municipio de Kukra Hill, abordaron una motocicleta para llegar a una finca llamada El Sapote propiedad de un chontaleño, pero nunca regresaron a casa, la moto fue encontrada a 2 kilómetros del asentamiento.
Desde ese mismo día se sospechaba de un secuestro de la pareja y se conformaron varios grupos de búsqueda entre amigos y familiares de la pareja, fue hasta el día de hoy que con la presencia de la policía encontraron a la pareja.
Estos estaban semienterrados en un hoyo de dos cuartas de profundidad por lo que el hedor putrefacto de los cuerpos en estado de descomposición alertó a los vecinos quienes dieron aviso a las autoridades.
La propiedad donde fueron encontrados los cadáveres de la pareja pertenece a Crescencio, único enemigo que se había ganado el hoy occiso por pelear el arreglo de un cerco que delimita ambas fincas.
El medico forense revisó los cadáveres y el dictamen fue aterrador, Kenia habría sido golpeada en distintas partes del cuerpo, la torturada a latigazos, la amarraron y por último la asfixiaron, a don Pablo lo golpearon, lo ahorcaron y por ultimo le dieron un disparo en la frente.
Ambos cuerpos fueron enterrados en la misma fosa, de donde los sacaron este medio día y sus familiares procedieron a darles cristiana sepultura. “Crecencio” y sus hijos están detenidos. Crecencio había amenazado de muerte a don Pablo hace 5 meses por una discusión por un cerco entre ambas propiedades y aparentemente cumplió con su amenaza.