Los tentáculos del crimen organizado en El Salvador no pudieron alcanzar su objetivo de establecerse en Nicaragua como la agrupación delincuencial denominada La Clika, tras la reciente captura en territorio nacional del salvadoreño Sergio Antonio Umaña Salamanca, quien ahora enfrenta juicio junto a dos nicaragüenses por delitos graves en perjuicio la ciudadanía y del Estado de Nicaragua.
En Audiencia Preliminar, La juez Noveno Distrito Penal de Audiencia, Indiana Gallardo, admitió la acusación en contra de Umaña Salamanca y los chinandeganos: Arturo Epifanio Berrios y Wilfredo Antonio Álvarez, bajo los cargos de crimen organizado, tráfico de droga y estupefacientes, lavado de dinero y portación ilegal de arma de fuego y además de pertenecer a la agrupación delincuencial La CliKa, la cual se encontraba establecida en el departamento de Chinandega en las comunidades de Playas del Padre Ramos, Venecia, Mechapa, Potosí y Punta Ñata, lugares que según lo expuesto por el Ministerio Público presentaban todas las condiciones y rutas favorables para el desarrollo de la actividad ilícita del transporte de droga.
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Sergio Antonio Umaña Salamanca, quien se identificaba en Nicaragua como Manuel Luna Salmerón, de acuerdo a la publicación de un periódico salvadoreño, era uno de los 100 más buscados en ese país del norte por los delitos de homicidio agravado y agrupaciones ilícitas, cargos por los cuales abandonó su país y se trasladó a vivir a Nicaragua, donde adquirió varias propiedades entre estas una finca en Nagarote, donde tras una serie de allanamientos posterior a su captura, se encontró alrededor de medio millón de dólares americanos sepultados en bidones plásticos, y armas de fuego adquiridas de manera ilícita.
El sujeto conocido en El Salvador como Pinolillo o Silycon, según dicta el documento acusatorio, pertenecía a la Mara Salvatrucha o MS de origen salvadoreño y que en Nicaragua lideraba la agrupación La Clika, junto a los dos chinandeganos y otras cinco personas que actualmente no enfrentan proceso judicial.
La Fiscalía adujo que los nicaragüenses detenidos brindaban el apoyo logístico, recepcionando los cargamentos de cocaína y realizando los robos de drogas a otras organizaciones criminales extranjeras que operan en las aguas del Pacífico de Centroamérica y que fue debido a estas modalidades de delinquir que se pudo lograr su desarticulación, pues su fin llegó, después de que abordo de una panga y mediante una emboscada armada lograran robar una gran cantidad de paquetes de dólares a la organización criminal salvadoreña denomina La Colonia, en cuyo enfrentamiento murió uno de sus integrantes.
Tanto el temido salvadoreño como los nicaragüenses señalados volverán al banquillo de los acusados el próximo 3 de agosto.