Vigilantes del cuerpo de seguridad del hospital Manolo Morales, en Managua, capturaron a Josué David, de 18 años de edad, tras ser sorprendido desprendiendo los espejos retrovisores de un vehículo taxi estacionado en el parqueo.
Los guardas fueron alertados por algunos conductores sobre la presencia de un sujeto sospechoso que merodeaba cerca de los vehículos estacionados en áreas pocos visibles a la vista de los vigilantes, quienes al observarlo reconocieron rápidamente que se trataba de la misma persona que días antes había sido acusado de robar espejos de otros vehículos que permanecen en las afueras del centro hospitalario, por lo que procedieron a amarrarlo y dar aviso a la Policía Nacional del Distrito V, antes que lograra escaparse como en ocasiones anteriores.
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Aunque el muchacho con toda una juventud por delante para vivirla sana y honradamente ha sido capturado en distintas ocasiones por el mismo delito, cada vez se vuelve más osado porque ahora hasta se atrevió a violar la seguridad del centro hospitalario para robar con más facilidad, sin embargo esta vez la pericia le falló y fue aprehendido cuando despegaba el espejo del taxi, propiedad de un empleado de esa unidad de salud.
El señalado dice no tener vicios y que supuestamente se siente obligado a robar porque no le va bien en la venta de parabrisas a la que se dedica en las afueras de centros comerciales y supermercados de Managua y que además debe llevar alimentos alimentos a su casa, cuya dirección no quiso revelar.
Pensando que con regresar el objeto robado al afectado en presencia de los agentes policiales saldaría su deuda, se le aclaró que de todas formas lo remitirían a la estación policial para rendir cuentas por este y otros robos del que ha sido acusado anteriormente.