Muy nerviosa se veía doña Yajaira Rostrán Salinas, al mirar cómo un sujeto armado con pistola intimidaba a uno de sus trabajadores en un taller de aire acondicionado, en Managua. Sin embargo su temor aumentó al verle tatuajes que lo identificaban con la peligrosa agrupación "Mara Salvatrucha".
El autor de las amenazas luego de cometer tan horrendo hecho escapó en el vehículo y lo dejó en una gasolinera cerca de la Rotonda Hugo Chávez.
Managua: Se quema mientras reparaba un vehículo en su casa
Doña Yajaira Rostrán dijo a los oficiales que ella tiene su negocio del Busto José Martí, dos cuadras arriba, lugar donde llegó el supuesto marero Henry Salvador Blanco Tórrez, con las intenciones a que le repararan el aire acondicionado de su vehículo, pero luego de que el trabajador le realizara el cobro, la peligrosa gárgola lo vio exagerado, por lo que sin pensarlo dos veces sacó una pistola, se la puso en la cabeza y al llegar la propietaria también la amenazó.
Doña Yajaira también dijo a los uniformados que Henry Salvador Blanco no andaba solo, sino que acompañado de otra pinta que le gritaba que se fueran del lugar, obedeciendo sin causar daños a nadie, la víctima dijo que éste presentaba una lesión en su abdomen a consecuencias de un balazo que recibió por lo que portaba bolsas de colostomía.
Según la investigación, el sujeto fue deportado de Estados Unidos debido a muchos problemas.
Peritos del Distrito Uno buscarían entre el vehículo el arma de fuego con la que supuestamente Henry Blanco cometió el delito.
Por la relevancia del caso, este hecho es investigado por detectives de la dirección de Auxilio Judicial Nacional, mismos que cuentan con videos del sujeto que bajó del auto. Además con la colaboración de testigos ya se sabe dónde habita, por lo que podría estar tras las rejas en las próximas horas de acuerdo al trabajo policial.
Horas más tarde a la escena donde se encontraba su vehículo resguardado por agentes policiales, al lugar se presentó Henry el supuesto miembro de la "Mara Salvatrucha" y acusado de haber amenazado de muerte a la propietaria y trabajadores del taller. Éste desmintió a la mujer, asegurando que es un hombre trabajador y que estuvo en Estados Unidos, pero que por su cuenta se regresó a nuestro país con las intenciones de trabajar.
Además afirmó que la propietaria del taller de aire acondicionado inventó todo para querer evadir su responsabilidad, pues en vez de reparar el vehículo más bien se lo destruyeron, y hasta le robaron piezas.
El hombre dijo que él pagó la suma de trescientos dolares, pensando que eran personas responsables que se lo entregarían el mismo día su vehículo, pero lo desarmaron todo, según éste, con las intenciones de quitarle algunas piezas.
Fue hasta los 22 días después que ya cansado de esperar tanto y ya habiendo pagado, decidió acompañarse de su hermano para que le ayudara a remolcar el vehículo y podérselo llevar a un taller de mecánica, pero que como ya era muy tarde, dejaron estacionado el vehículo en dicho parqueo de la gasolinera, versión que fue confirmada por un supuesto testigo que llevó a los agentes del orden público.