En la audiencia inicial la juez de Distrito Penal de Audiencia, Marbely Blandón, remitió a los cuatro acusados a juicio oral y público para este 2 de agosto y a solicitud de la Defensoría Pública, el juicio preparatorio será el 1 de agosto.
La sesión se desarrolló en el Complejo Judicial de Ocotal, en la que estuvo presente la madre de García Navarrete y abuela del menor, la señora Amada Julia Navarrete Borjas, quien se hacía acompañar de familiares y demandó justicia en el caso que les mantiene consternados porque asegura su hija era una mujer trabajadora que no tenía problemas con nadie y que hoy deja en la orfandad a 5 hijos (dos de ellos menores de edad).
Los detenidos son Nedic Jadiet López, Pedro Joaquín González Cruz, Santos Meza Duarte y Santos Rivera Peralta, este último capturado ayer jueves cuando se movilizaba a bordo de una motocicleta en las cercanías donde se produjo el horrendo crimen.
José Santos Rivera Peralta es acusado de coautoría por el delito de asesinato perpetrado contra madre e hijo el pasado 20 de mayo, quienes fueron abusados sexualmente y macheteados. Catalina (la madre fue decapitada) y su pequeño Héctor asfixiado. Los cadáveres fueron encontrados en una quebrada seis días después.
Otros tres detenidos por este horrendo crimen son Nedic Yadiel Cruz López, de 39 años y dueño de la propiedad donde supuestamente se cometió el asesinato y quien habría violado a Héctor José Calero García, de 7 años. Mientras que Pedro Joaquín González Cruz, de 40, es señalado de abusar sexualmente de Catalina Jeaneth García Navarrete, de 33, antes de decapitarla. Un cuarto sospechoso Santos Meza Duarte, de 36 años, solamente será procesado por asesinato.
Como se recordará el 20 de mayo presuntamente los detenidos alentados por el alcohol y la droga habrían esperado que Catalina Jeaneth García Navarrete y su pequeño Héctor José García Navarrete, de 7 años, pasaran por un lugar desolado y haciendo uso de la fuerza los abusaron sexualmente y los golpearon salvajemente, ocasionándoles múltiples heridas con un machete hasta matarlos.
Según dictamen del médico forense la pobre mujer fue decapitada mientras que su pequeño presentaba una puñalada que le perforó el pulmón y finalmente lo asfixiaron. Seis días después los cuerpos de las víctimas en estado de descomposición fueron encontradas a orillas de una quebrada dentro de sacos rojos y semidesnudas.
La Policía ocupó como evidencias 4 sacos similares al que contenía los cadáveres, ropa y machete con manchas de sangre y un saco pequeño con frijoles y maíz, propiedad de la occisa.