“Se puso a enamorarme a la mujer y me dijo que estaba "bien buena" y que tarde o temprano me la iba a quitar”, fueron las palabras de Abraham Humberto Gutiérrez Chavarría, habitante de la comunidad El Arrayán en San Fernando, quien confesó haber matado al ciudadano Róger Arístides Zeledón Ortez, de 43 años y residente en Susucayán en El Jícaro, Nueva Segovia.
Abraham Humberto reveló ante los medios de comunicación que la víctima le había solicitado que lo acompañara a ver una propiedad en el sector de el cerro El Tigre, en Jalapa, lo que aprovechó para darle a beber un veneno haciéndole creer se trataba de una pócima para atraer el amor de las mujeres.
Un informe presentado por el comisionado mayor Javier Martínez, segundo jefe de la Policía Nacional en Nueva Segovia, revela que Abraham Humberto una vez que su víctima se encontraba en el suelo le descargó un golpe en la nuca con un casco para asegurarse de su muerte.
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Róger Arístides Zeledón había salido de su casa de habitación, según versión de sus familiares, rumbo a Jalapa donde realizaría un negocio, pero nunca regresó, “no habían interpuesto denuncia ante las autoridades porque esta persona acostumbraba a salir hasta una semana y regresaba posteriormente”, explicó el jefe policial.
Habitantes de la zona dieron parte a la Policía Nacional de una motocicleta con placa NS 4630 abandonada a orillas de la carretera, la que trasladaron a la delegación policial en una ruta de transporte colectivo. Asimismo a unos cinco kilómetros los pobladores encontraron la billetera de Róger Arístides conteniendo su cédula de identidad y la circulación de la motocicleta.
El domingo 23 de abril vecinos de la zona encontraron el cuerpo de Róger Arístides Zeledón en estado de descomposición, a las once de la mañana en el sector de cerro El Tigre, en San Pablo, municipio de Jalapa, y según dictamen del médico forense lo habrían asesinado de un golpe en la nuca cinco días antes del hallazgo, el 18 de abril. El cuerpo fue hallado a 200 metros de donde se encontraba la moto y una botella de bebida gaseosa que contenía residuos de veneno.
El mismo día del hallazgo del cuerpo de la víctima fue capturado Abraham Humberto en su casa de habitación en El Arrayán, San Fernando, y conducido a las celdas preventivas de la Policía Nacional en la ciudad de Ocotal a la espera de un proceso judicial por el delito de Asesinato.
“Lo estamos tipificando como asesinato porque ya había una planificación, lo llevó a un lugar solo, el veneno preparado que le iba a dar”, recalcó el comisionado mayor, Javier Martínez.
