Los dos nicaragüenses acusados de matar a un adolescente e intentar quitarle la vida a otro en Costa Rica ya fueron condenados y con la pena máxima, por esta razón Zeyla Buitrago, fiscal del Ministerio Público a cargo del caso, señaló que la familia y la fiscalía tica se han mostrado conforme porque se hizo justicia.
A Wilfredo Solís Carmona y su hermano Javier Antonio Solís Carmona se les impuso la pena máxima por los delitos de asesinato y robo agravado. Si bien es cierto el delito fue cometido en Costa Rica al ser capturados en nuestro país enfrentaron el proceso judicial en Nicaragua, que es donde también guardaran prisión.
Por su parte la Dra. Regina Largaespada, abogada de los acusados, dejó entrever que podrían apelar.
Los hechos ocurrieron el 3 de junio de 2016, en Banderas de Pocosol, provincia de Alajuela, al norte de Costa Rica.
Cabe señalar que la justicia de Nicaragua fue auxiliada por la de Costa Rica, al tomar testimonios por medio de videoconferencia en marzo pasado.
Aunque el total de prisión suma 48 años para cada uno, obtendrían su libertad en el año 2047 por la pena de 30 años, pues las leyes de Nicaragua no permiten más de ese tiempo.
Los hermanos se aprovecharon de lo indefenso de las víctimas y con intimidación, haciendo uso de la moto conducida por el adolescente, los condujeron violentamente hasta una finca de la misma zona donde fueron atados de forma independiente a un árbol, dejándolos en total inmovilidad para luego someterlos a todo tipo de golpes y torturas.