En el año 2012 Orieta Suan Castro Aguirre inició una relación con Enrique Martínez, se procrearon dos niñas; pero el martirio que vivió esta muchacha fue tanto que hace casi tres años decidió separarse, ya que Martínez la golpeaba cada vez que le daba la gana, decidió irse con su padre ya que su mamá murió cuando tenía ocho años.
Orieta inició un proceso judicial contra su verdugo; pero por el gran temor que le tenía y las amenazas que recibía de su parte hicieron que dejara inconcluso el proceso. Martínez no ofreció irse a vivir a una de sus propiedades para que estuviera tranquila, sin saber lo que allí le esperaba. En el lugar lo único que la protegía era el techo de un galerón, ya que se mantenía al sol y al viento. Con el sudor de su frente logró hacerse de una pequeña ferretería cuando su ex mandó a vivir a su hijo a la misma propiedad, un drogadicto según la víctima, que ahora se ha encargado de terminar lo que inició su padre.
Managua: A juicio por robo agravado y homicidio frustrado
Este sujeto, declara la víctima que le ha robado a más no poder, tanto así que la ferretería la tuvo que cerrar ya que no tenía fondos para mantenerla. Además le corta los alambres de la luz, los tubos del agua y ha un sinnúmero de enseres domésticos que a ella le han costado.
Por si fuera poco, llega a la propiedad donde Orieta ha compuesto un cuarto para dormir con sus hijas, con amigos a consumir varios tipos de droga y el temor crece al no saber qué puede pasar en un arrebato de esa persona andando bajo los efectos de algún alucinógeno. A ella no le interesa la propiedad ni nada de él, a pesar de que este tiene la facilidad de mantener a sus hijas, a las que no les da un centavo.
Hay vecinos que han sido testigos oculares de la situación que vive esta madre soltera de 24 años y solicitan ayuda, pues ese martirio la va matando poco a poco. Pidieron ante este medio la colaboración del gobierno central y sean ellos quienes le brinden un lugar donde vivir para acabar con ese infierno en el que se ha convertido su vida.