Unas 10,800 personas han desaparecido en El Salvador desde 2010, en medio de la violencia atribuida a las pandillas, por encima de las 8.000 registradas oficialmente durante la guerra que vivió el país entre 1980 y 1992.
Datos de la Policía a los que Acan-Efe tuvo acceso hoy, basados en el número de denuncias por este tipo de casos, dan cuenta de que en estos 6 años y 7 meses desaparecieron un promedio de 134 personas al mes, lo que significa al menos 4 al día.
El año en el que más salvadoreños fueron reportados como desaparecidos fue 2014, con un total de 2,090, lo que coincide con la ruptura de una tregua pactada entre las pandillas.
Durante el pacto de no agresión entre las pandillas el promedio mensual de muertes violentas pasó de unas 340 a 160 y el cómputo diario bajó de 15 a 5.
No obstante, el fiscal general, Douglas Meléndez, aseguró a inicios de pasado mayo que durante la tregua no disminuyeron los asesinatos, sino que las pandillas optaron por sepultar los cuerpos de sus víctimas en cementerios clandestinos.
La tesis del fiscal es respaldada por los datos policiales, dado que en 2012 y 2013 la relación entre homicidios y desapariciones es inversa: cuando bajó el número de muertes violentas los desaparecidos aumentaron.
En 2012 hubo una disminución del 40,6 % de los asesinatos y un alza del 39,4 % de las desapariciones, mientras que en el 2013 se registró una baja del 3,1 % de las muertes violentas y una subida del 18,19 % de los desaparecidos.
Para el 2015 el fenómeno se revirtió: los asesinatos se dispararon un 70,39 % y el número de desaparecidos bajó en un 6,26 %.
Una investigación del Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide) publicado recientemente concluye que las pandillas recrudecieron su patrón de violencia entre 2010 y 2015 por el mayor control territorial que obtuvieron con la tregua.
Diferentes analistas señalan que durante esa etapa, las "maras" consolidaron sus liderazgos locales y la expansión por la implementación de "municipios santuarios" de pandilleros, en los que el Gobierno dio prioridad a la inversión social y los cuerpos de seguridad disminuyeron su operatividad.
En poco menos de siete años han desaparecido un total de 3,705 mujeres y 7,022 hombres, el 64,7 % y el 34,1 %, respectivamente. El restante 1,2 % corresponde a casos "donde no se tiene mayores datos recopilados a través de las denuncias".
Las personas con edades entre los 18 y 30 años fueron los que más desaparecieron con el 34,96 % de los casos, le siguen los niños y adolescentes con el 30,8 %.
En diferentes ocasiones Acan-Efe ha solicitado a la Oficina de Información y Respuesta (OIR) de la Policía salvadoreño la cifra de personas que fueron reportadas como desaparecidas y posteriormente se dio con su paradero, pero la institución no ha facilitado el dato.
El antropólogo forense de la Fiscalía Israel Ticas, uno de los más reconocidos en el país, ha señalado que si una persona pasa más de 8 días desaparecida existe una alta probabilidad de que haya sido asesinada.