La principal amenaza al sureste de Estados Unidos no serán los poderosos vientos del huracán Matthew, ya que los edificios más nuevos han sido construidos para resistirlos. Será el agua, el letal oleaje generado por un huracán tan masivo.
Ese oleaje podría amenazar vidas y propiedades mucho antes de que el vórtice se acerque a tierra, por lo que el Centro Nacional de Huracanes en Miami ha emitido advertencias experimentales para marejadas por tormentas y advertencias de peligrosas inundaciones para unos 800 kilómetros (500 millas) de litoral desde Boca Raton en el sur de Florida hacia el norte hasta Charleston, South Carolina. Matthew ya dejó más de 100 muertos en el Caribe.
Las inundaciones generadas por el oleaje y la lluvia de las tormentas se han combinado para causar tres cuartas partes de los fallecimientos en Estados Unidos a consecuencia de los huracanes, las tormentas tropicales y los ciclones durante el último medio siglo, incluidas al menos 1.500 muertes durante el huracán Katrina, de acuerdo con el centro de huracanes.
Estos prototipos de advertencias están entre los cambios en los pronósticos efectuados después de que el paso de la supertormenta Sandy dejó entrever con cuánta frecuencia el público no comprende los riesgos de inundación a consecuencia de las tormentas tropicales. Los meteorólogos modificaron su vocabulario para explicar cómo pueden ocurrir inundaciones lejos de la costa, y ahora publican gráficos interactivos que ilustran los riesgos del océano, así como en las sondas, las bahías y los lagos.
Los niveles del agua se elevaban incluso en ciudades tan al norte como Jacksonville el jueves por la mañana a medida que un Matthew fortalecido azotaba las Bahamas y seguía rumbo a Florida, dijo Jamie Rhome, líder del equipo especializado en oleaje de tormentas en el centro de huracanes.
«La reacción del océano al huracán se extiende bastante por delante de él, y eso sorprende a la gente con la guardia baja», advirtió Rhome.
Dijo que partes de Florida, tales como el área de Cabo Cañaveral o comunidades a lo largo del río St. Johns, podrían ver el agua elevarse hasta 2,7 metros (9 pies) por encima del suelo, un nivel que supera por mucho la estatura de los adultos.
«A esos niveles amenaza la vida porque no sube lentamente. Viene con olas y corrientes y escombros que flotan», señaló Rhome.