El este de Alepo, controlado por los rebeldes, podría quedar «totalmente destruido» hacia fin de año si persiste la brutal ofensiva del gobierno de Damasco, dijo este jueves el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
«En un máximo de dos meses, dos meses y medio, el este de Alepo podría terminar totalmente destruido», dijo De Mistura a la prensa en Ginebra.
«Hablo de la Ciudad Vieja en particular, y miles de civiles sirios morirán», agregó.
El 19 de septiembre se puso fin en Siria a un alto el fuego de una semana que, de haberse mantenido habría abierto la puerta a que Moscú y Washington coordinaran sus ataques aéreos en el país.
El régimen de Bashar al Asad lanzó el 22 de septiembre una ofensiva para reconquistar los sectores rebeldes de Alepo, en donde viven unas 275.000 personas, según la ONU, en la parte este de la ciudad, la segunda de Siria y excapital económica.
Los bombardeos dejaron desde el 23 de septiembre 376 muertos y 1.266 heridos, precisó Mistura.
Alepo, dividida entre el oeste, controlado por el régimen, y el este, en manos de los rebeldes, se convirtió en el principal frente del conflicto sirio.
De Mistura también hizo un llamado a los 900 combatientes de la organización yihadista Frente Fateh al Sham (exfrente Al Nosra, brazo sirio de Al Qaida) a que abandonen el este de Alepo, y se comprometió a escoltarlos «físicamente».
«Si deciden partir con dignidad y con sus armas (…) estoy personalmente listo a acompañarlos», afirmó De Mistura en una conferencia de prensa, indicando que habría en total unos 8.000 combatientes en el este de Alepo.
También pidió al gobierno sirio y a Rusia que declaren la suspensión de los bombardeos si los combatientes yihadistas dejan la ciudad.
El conflicto en Siria provocó la muerte de más de 300.000 personas desde 2011 y creó la peor crisis humanitaria desde el fon de la Segunda Guerra Mundial.