Un sacerdote del norte de Argentina, que fue encontrado muerto este miércoles, había expresado preocupación por haber recibido amenazas luego de denunciar a narcotraficantes, informaron fuentes policiales.
Juan Viroche, de 46 años, fue hallado ahorcado en su casa al interior de la parroquia de La Florida, a 70 kilómetros al sur de la capital de la provincia de Tucumán, al norte de Argentina.
El episodio que conmueve a los tucumanos, generó versiones y polémica sobre si se trató de un suicidio o de un homicidio, mientras decenas de pobladores de La Florida, un pueblo de 6.000 habitantes, se concentraron frente a la iglesia para reclamar «justicia».
El fiscal Diego López Avila, que investiga el hecho, estimó que «todo inclinaría a pensar, por lo que indica el estudio forense, que se trata de un suicidio», dijo a radio Continental Tucumán, mientras espera el resultado de una autopsia.
El supuesto suicidio fue en cambio desestimado por el fiscal general de Tucumán, Gustavo Gómez.
«El cuerpo fue encontrado con signos de tortura. Con golpes. Yo descarto el suicidio, su personalidad no daba para esa situación. No es un sacerdote común, es un hombre comprometido con la vida», dijo Gómez al canal TN de Buenos Aires.
Según este fiscal general ante la Cámara de Apelaciones, el sacerdote había solicitado que lo trasladaran de esa comuna, por lo que consideró que «esta muerte se podría haber evitado si atendían correctamente todos sus temores».
El sacerdote, cuyo cuerpo fue encontrado en su habitación, había denunciado recientemente la expansión del narcotráfico en las localidades del interior de la provincia norteña.
López Avila aseguró que «desde un primer momento se ha trabajado con la premisa de que se trataba de un homicidio y no de un suicidio» pero advirtió que tras las primeras evaluaciones «no hay indicios de violencia en el cuerpo que hayan hecho suponer que podría haber tenido algún altercado con alguien», dijo.
Algunos conocidos del cura indicaron este miércoles a la prensa que en los últimos días había expresado su preocupación por unas amenazas que recibió tras exponer a algunas bandas que vendían drogas en esa zona del norte del país.
Argentina es considerado un país de tránsito de estupefacientes pero registra niveles de consumo cada vez más elevados, según organismos de Naciones Unidas.
El tema del narcotráfico ha vuelto a dominar la agenda política en los últimos meses, cuando una ola de hechos delictivos ha provocado marchas ciudadanas y duros debates en los medios sobre el aumento de la inseguridad en la sociedad argentina.
Varios funcionarios del gobierno del presidente Mauricio Macri vinculan la inseguridad al aumento del narcotráfico, en un momento de evidentes desigualdades sociales en el país.