Atado de pies y manos después de ser sometido a una tortura física permanecía Eleazar Antonio Rosales Bindela, sujeto acusado de robar el celular de una jovencita valorado en 200 dólares, hecho ocurrido en las cercanías a la Clínica Don Bosco esta tarde de lunes.
Trabajadores de un camión de la Tropigas «se tiraron el parche» (observaron el hecho) y no la pensaron dos veces para darle persecución al hombre de quien afirman es habitante del barrio Las Torres en Managua.
El sujeto tiene algo en particular y es el hecho de que sí asumió su error manifestando que la necesidad que atraviesa lo llevó a cometer el delito del cual ahora se arrepiente.
La víctima de robo fue retirada del lugar en estado de shock. Por su parte agentes policiales llegaron a retirar al ladrón y salvarlo de la «pijiada de locos» que le propinaron los habitantes del sector.
Ahora le queda la lección de no tocar lo ajeno y asumir su culpa tras las celdas del Distrito IV de la Policía Nacional.