Dos ataques suicidas y una bomba mataron el lunes al menos a 15 civiles en barrios de mayoría chií de la capital iraquí, Bagdad, informaron las autoridades iraquíes. El ataque más mortífero ocurrió en la zona de al-Amil, donde un atacante activo un chaleco cargado de explosivos en un mercado al aire libre, matando a siete personas e hiriendo a otras 25, precisó un policía.
Otro atacante suicida activó una carga explosiva en una zona comercial del barrio de Mashtal, matando a cinco civiles e hiriendo a otros 15, dijo otro agente. La explosión de otra bomba en una zona comercial en Sabi al-Bor, en el norte de Bagdad, mató a tres civiles y dejó 10 heridos, agregó la policía.
Fuentes médicas confirmaron las cifras de víctimas. Todos los funcionarios hablaron a condición de no ser identificados porque no estaban autorizados a dar información.
Ningún grupo reivindicó el ataque por el momento, pero el grupo extremista Estado Islámico se ha atribuido anteriormente ataques similares. A pesar de una serie de derrotas en el campo de batalla en los últimos meses, el grupo sigue controlando zonas clave en Irak, como la ciudad norteña de Mosul.
El gobierno iraquí está preparándose para lanzar una importante operación militar que busca retomar Mosul este año, con el apoyo aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos.
A medida que ha perdido territorio, el Estado Islámico ha recurrido cada vez más a ataques de tipo insurgente alejados de las líneas del frente, en un intento por distraer a las fuerzas de seguridad y socavar los esfuerzos del gobierno para mantener la seguridad.
La violencia cobró la vida de al menos 1.003 iraquíes el mes pasado, entre ellos 609 civiles, de acuerdo con la Misión de Asistencia de la ONU para Irak (UNAMI). Al menos 1.159 personas resultaron heridas en septiembre.
En agosto, al menos 691 iraquíes murieron y otros 1.016 resultaron heridos, según la UNAMI.