Nueve cadáveres, algunos mutilados o con impactos de bala, fueron hallados a la orilla de un río de Jalisco, una región del oeste de México azotada por un poderoso cártel narcotraficante, informó este jueves la fiscalía local.
Se trata de «ocho (cuerpos) del sexo masculino y uno del sexo femenino» que fueron hallados entre lunes y miércoles entre la maleza acuática del Río Lerma, casi en la desembocadura con el lago de Chapala que frecuentan numerosos estadounidenses expatriados, dijo el fiscal general de Jalisco Eduardo Almaguer Ramírez en una conferencia de prensa.
«Todos los cuerpos aparentan huellas de violencia» y las autoridades continúan la búsqueda de más cadáveres en esta zona del municipio de Jamay, a poco más de 90 kilómetros al sureste de Guadalajara, capital de Jalisco y la segunda ciudad más grande de México.
Entre cuatro primeros cuerpos que fueron hallados hay «dos con al parecer impactos de bala y dos mutilados. Todos (ellos) son sexo masculino», aseguró el lunes Fidel Moreno, comandante de la policía de Jamay.
El fiscal Almaguer aseguró que no ha habido «una sola denuncia» por la privación ilegal de la libertad de ninguna persona de la zona, por lo que se ha dificultado el proceso de identificación de los cuerpos y la persecución de los responsables.
Así las autoridades de Jalisco solicitaron apoyo a sus contrapartes de los colindantes estados de Guanajuato y Michoacán para resolver el caso.
Según las autoridades, entre las líneas de investigación se encuentra la hipótesis de que los cuerpos hayan sido arrojados al cauce desde Michoacán y luego fueron arrastrados por la corriente.
En mayo pasado, los cadáveres de seis hombres, tres de ellos decapitados y el resto descuartizados, fueron hallados dentro de un taxi abandonado en los límites de Jalisco y Michoacán.
Michoacán y Jalisco son dos estados clave en la producción y tráfico de drogas rumbo a Estados Unidos, por lo que con frecuencia ocurren sangrientos enfrentamientos y asesinatos entre cárteles que se disputan la zona.
Los ahora desmantelados Caballeros Templarios asolaron durante mucho tiempo Michoacán, mientras que en Jalisco, el cártel Nueva Generación ha cobrado gran fuerza en los últimos años, perpetrando espectaculares ataques contra fuerzas federales.