Un poderoso incendio al sur de San Francisco, en el suroeste de Estados Unidos, forzó cientos de personas a huir después de que las llamas quemaran cerca de 1.000 hectáreas, varios edificios y plantas de cannabis.
El incendio, que empezó el lunes por razones aún a determinar, amenazaba unos 300 edificios después de haber destruido una casa, seis estructuras exteriores y una residencia en las montañas de Santa Cruz, informaron las autoridades de prevención y lucha contra incendios de California.
Varias casas rodantes también resultaron calcinadas, observó un fotógrafo de la AFP.
Las autoridades ordenaron evacuaciones obligatorias y más de 1.000 bomberos luchaban -con ayuda de bulldozers y helicópteros- por controlar las llamas, en medio de temperaturas caniculares y una vegetación afectada por una sequía récord de cinco años.
Las llamas se propagaron rápidamente desde el lunes en bosques de pinos secos y llegaban hasta los 40 metros, constató la AFP.
En esta región montañosa de difícil acceso, varias plantaciones de marihuana también estaban en peligro luego de que algunas ya fueron reducidas a las cenizas.
El cultivador de cannabis, Anthony Lopez, logró poner a salvo solo una parte de sus plantaciones y su casa seguía intacta.