Al menos 18 personas, entre las cuales civiles, murieron este miércoles de madrugada en un ataque estadounidense cuyo objetivo eran combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán, según responsables locales que brindaron balances contradictorios.
Este ataque tuvo lugar en el distrito de Achin, en la provincia particularmente agitada de Nangarhar (este), cerca de la frontera con Pakistán, mientras algunos de sus habitantes se encontraban reunidos para recibir a un anciano que regresaba de una peregrinación a La Meca.
«Tres civiles perdieron la vida en este ataque«, declaró a la AFP el jefe de policía del distrito de Achin, Mohamad Ali, añadiendo que 15 combatientes del EI reunidos allí también resultaron muertos.
Pero un diputado de Nangarhar, Estmatulá Shinwari, aseguró que el ataque, efectuado por un dron, mató a 13 civiles miembros de la familia del peregrino. Según el mismo, seis combatientes del EI también murieron en la acción.
El ejército estadounidense, desplegado bajo mandato de la OTAN, confirmó haber lanzado un ataque en la región y que había eventualmente víctimas civiles.
Desde el verano (boreal), las fuerzas estadounidenses desplegadas en Afganistán y el ejército de este país han lanzado numerosos ataques contra las posiciones y combatientes del EI en el este del territorio. Estiman que han sido confinados en tres distritos, en tanto a comienzos de este año estaban presentes en al menos diez, además afirman haber reducido sus efectivos a la mitad, a menos de 1.500 combatientes.
La semana pasada, las fuerzas estadounidenses fueron acusadas de haber matado a ocho policías en la provincia central de Uruzgan, en un ataque cuyo blanco oficialmente eran insurgentes que estaban asaltando ese puesto de policía.