Cuatro costarricenses dejados en libertad, bajo el término pensión sin custodia, por una jueza panameña huyeron y por ahora se mantienen prófugo de la justicia. A los señalados se les acusa por el delito de tráfico internacional de drogas.
El Tribunal Superior de Apelaciones de Chiriquí en Panamá ordenó la detención inmediata de cuatro costarricenses imputados por la presunta comisión del tráfico de 500 kilos de cocaína, debido a que los señalados no se presentaron ayer al acto de audiencia de apelación.
La audiencia fue solicitada por la Fiscalía de Drogas de Chiriquí contra la medida cautelar impuesta por la juez de garantías, al tiempo que los abogados dijeron que desconocían el paradero de sus clientes, es decir, de los cuatro costarricenses implicados.
Todo indica que los extranjeros, a los que se les imputan cargos de tráfico internacional de drogas, se escaparon porque la juez de la causa, Mixila Méndez, dispuso que se quedaran en una pensión, sin custodia.
La cocaína fue incautada la madrugada del sábado a bordo de una embarcación de origen costarricense al sur de Punta Burica, en la provincia de Chiriquí. La droga fue encontrada oculta en dos caletas, una ubicada en las tinas de los pescados y otra en el casco de la nave.
El Tribunal de Apelaciones decretó la rebeldía de estos costarricenses y se dispuso la interrupción de la prescripción del proceso.
La juez de garantías Mixila Méndez impuso el domingo como medida cautelar la prohibición de salida de la provincia de Chiriquí, la cual fue apelada por el representante del Ministerio Público.