Un potente tifón azotó a Taiwán el martes, matando a por lo menos cuatro personas y dejando heridas a más de 260, informaron las autoridades.
El tifón Megi engendró torrenciales aguaceros y vientos sostenidos de 162 kilómetros por hora (100 millas por hora). Tras tocar tierra en la costa oriental de la isla.
Entre las 268 personas heridas había ocho turistas japoneses cuyo autobús se volcó en el centro de Taiwán. Tres personas murieron por caídas y una cuarta en un accidente con un camión, informó Li Wei-sen, portavoz del Centro de Emergencias de Taiwán. Muchas personas resultaron lastimadas por objetos sueltos que volaban por los aires llevados por el viento.
Megi tiene 500 kilómetros (310 millas) de diámetro, y la precipitación en las montañas del este y sur del país ascendía a 300 milímetros (12 pulgadas).
«Las lluvias se volverán más intensas a medida que el tifón pase por encima de Taiwán«, advirtió Li. «Veremos cuál será el impacto de los aguaceros. Lo único bueno es que la tormenta se está desplazando rápidamente».
Más de 8.000 personas han sido evacuadas, en su mayoría de zonas montañosas susceptibles a aludes o inundaciones. Unas 2.800 se dirigieron a refugios, dijo el director de la Agencia de Bomberos, Chen Wen-lung.
Más de 2,9 millones de viviendas quedaron sin electricidad, aunque para unas 976.000 el servicio eléctrico fue restablecido al anochecer, dijo la Agencia Noticiosa Central de Taiwán.
Más de 121 vuelos quedaron demorados y 253 fueron cancelados en el Aeropuerto Internacional de Taoyuan. Otros siete vuelos fueron reasignados a otros aeropuertos de Taiwán. Escuelas, oficinas y la mayor parte del sistema ferroviario quedaron cerradas.