La ciudad alemana de Dresde fue escenario de dos atentados con bomba – uno de ellos contra una mezquita -, que no dejaron heridos, anunció el martes la policía, atribuyendo las explosiones a «motivos racistas«.
El primer atentado se registró el lunes por la noche frente a una mezquita donde se hallaba un imán, su esposa y sus dos hijos, explicó la policía, que halló los restos de un artefacto de fabricación casera.
Media hora más tarde, la policía fue alertada de una explosión en una terraza de un centro de congresos de esta ciudad del este alemán. Se trató también de un artefacto de fabricación casera.
«Si bien hasta ahora no hubo ninguna reivindicación, debemos partir del principio que se trata de actos de carácter xenófobo», afirmó el presidente de la policía local, Horst Kretzschmar, citado en un comunicado.
Dresde albergará el próximo lunes las ceremonias del 26º aniversario de la Reunificación alemana a las que asistirá la canciller, Angela Merkel, y el presidente federal, Joachim Gauck.
Esta ciudad de más de 500.000 habitantes, en la exRDA comunista, ha acogido desde hace dos años manifestaciones antiislam y antirefugiados del movimiento Pegida, pese a que la población extranjera es extremadamente minoritaria.
El número de crímenes y delitos racistas se ha disparado en Alemania, en particular en la exRDA, desde la llegada en 2015 de un millón de demandantes de asilo. Un informe del gobierno alemán calificó la semana pasada esta tendencia de «amenaza muy seria para la paz social y el desarrollo económico».