Taiwán vivía al ralentí mientras esperaba la llegada de un tercer tifón, en lo que ha transcurrido de dos semanas, que ya ha motivado la evacuación de miles de personas y el cierre de escuelas y oficinas.
El tifón Megi debe llegar a lo largo del día martes al este de la isla, que por la mañana registraba vientos violentos y fuertes precipitaciones. Más de 5.000 personas fueron evacuadas, según el Centro de Operaciones de Urgencia. Más de 36.000 viviendas estaban privadas de electricidad.
Por la mañana, 575 vuelos domésticos e internacionales estaban anulados, 109 sufrían retrasos. La mayoría de trenes estaban inmovilizados.
Las televisiones difundieron imágenes impresionantes de olas que golpeaban el litoral en el condado de Yilan (noreste) y en Orchid Island.
Los transbordadores de la isla principal a esa isla y a Green Island fueron suspendidos el lunes y más de 3.700 visitantes fueron evacuados al pasado fin de semana de esas islas poco pobladas.
A las 00H30 GMT, Megi se encontraba a 220 km al sureste del condado de Hualien (este), acompañado de vientos con ráfagas de 198 km/h.
El tifón avanzaba a 18 km/h y debería tocar tierra hacia las 09H00 GMT de este martes, según la oficina meteorológica taiwanesa. Los condados de Taitung y Hualien estarán en primera línea.
La costa oriental se recupera apenas de los destrozos causados a mediados de septiembre por el supertifón Meranti, el más potente en 21 años, que dejó un muerto en Taiwán y luego 28 en China, seguido unos días más tarde por el tifón Malakas, menos potente.