Una policía estadounidense que mató a un negro desarmado en Tulsa, Oklahoma, fue acusada el jueves de homicidio involuntario, en un contexto de debate nacional sobre los abusos de las fuerzas del orden contra afroamericanos.
El proceso contra Betty Shelby fue anunciada en momentos en que, al otro lado del país, la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, vive violentas protestas tras la muerte de un negro, igualmente abatido por un policía.
La mujer policía «es objeto de una orden de arresto», precisó en una rueda de prensa el fiscal Steve Kunzweiler.
Shelby está acusada de haber disparado a Terence Crutcher, a quien ya apuntaban varios policías que le habían ordenado caminar con las manos arriba hasta su vehículo.
Los hechos, que tuvieron lugar el viernes en una carretera de Oklahoma, fueron grabados desde dos ángulos diferentes por cámaras en un helicóptero y un vehículo de la policía.
Según los documentos entregados al tribunal de Tulsa, y que fueron consultados por la AFP, Shelby se sintió amenazada por Crutcher, aunque éste no llevaba ninguna arma con él ni en su vehículo.
La muerte de Crutcher se suma a los numerosos casos de brutalidad policial contra negros no armados en los últimos años.
En Charlotte, las autoridades pidieron el jueves refuerzos militares de la Guardia Nacional para contener a los manifestantes que denuncian desde el martes a la noche la muerte de un negro por un policía.