Que a los guatemaltecos que migran a Estados Unidos no se les trate como a refugiados solicitó la viceministra de Relaciones Exteriores, Ana María Diéguez, durante su intervención, ayer, en la Cumbre de Refugiados y Migrantes, convocada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Estados Unidos.
La funcionaria representó a Guatemala como miembro del Triángulo Norte y argumentó que los connacionales que emigran no lo hacen porque sean perseguidos, su vida corra peligro o políticas de Estado.
Los migrantes guatemaltecos buscan una mejor vida en Estados Unidos, no son perseguidos por políticas de Estado. No son perseguidos porque su vida corre peligro, quieren una mejor vida, afirmó Diéguez.
Además, puntualizó que si se analiza la situación, los lugares de origen de los migrantes no son áreas de violencia, de donde tengan que huir. Si ustedes analizan los lugares de donde salen los migrantes guatemaltecos, los departamentos del noroccidente de Guatemala, no existen las maras; por lo tanto no se puede aplicar a ellos el que están huyendo de la violencia en sus lugares de origen y que por eso tienen que emigrar. Ellos quieren reunirse con sus familias y quieren tener oportunidades para sus hijos, argumentó la viceministra.
En la misma sesión, la representante de Honduras abogó por la regularización de la migración y abrir las puertas a los trabajadores temporales, mientras que El Salvador instó a la responsabilidad compartida para abordar el problema de la migración masiva.
En junio pasado, el Gobierno de EE. UU. anunció nuevas medidas para migrantes centroamericanos mediante la solicitud de refugio, que permitiría el traslado de estas personas a Costa Rica, donde esperarían ser reasentadas en EE. UU. o un tercer país. Para quienes no fueran trasladados, el programa permite una referencia interna para permanecer en ese territorio, una vez verificada su vulnerabilidad.
Para aplicar al refugio debe haber un padre o madre con residencia legal en EE. UU. y que solicite a un hijo menor de edad.