La fiscalía del estado mexicano de Tamaulipas (noreste) investiga el secuestro de cinco pasajeros que viajaban en un autobús, informó este viernes un funcionario, que negó que los plagiados sean 15, como había declarado inicialmente un conductor.
Herminio Garza, secretario de Gobierno (Interior) de Tamaulipas, declaró a la prensa que el vehículo llevaba nueve pasajeros cuando salió de la estación de Nuevo Laredo, fronteriza con la estadounidense Laredo y donde hizo una escala tras iniciar su viaje en San Luis Potosí (norte) con destino en Ciudad Acuña, en el vecino estado de Coahuila.
«Señalan los choferes que fueron interceptados por tres vehículos con gente, varia gente (…). Los detuvieron y subieron (sin armas) a revisar el camión y dicen que se llevaron a cinco de los nueve pasajeros, no sabemos si son extranjeros o si son de México porque no hubo denuncias», dijo Garza al dar cuenta de los hechos, que ocurrieron el lunes.
Aseguró que conocieron del caso por el gobierno de Coahuila ya que ni la policía federal, que custodia las carreteras, ni la fiscalía federal tenían conocimiento del caso.
El gobierno de Coahuila había informado que un chofer del autobús declaró que 15 pasajeros habían sido secuestrados y que el vehículo habría sufrido daños, lo que ahora es rechazado por la fiscalía de Tamaulipas.
El chofer no presentó denuncia formal por temor a represalias, pero según Garza ya ha declarado ante la fiscalía de Tamaulipas y replanteó su versión de los hechos.
En Tamaulipas y otros distritos del norte y la costa este de México operan los cárteles de los Zetas y del Golfo, antiguos aliados que libran una pugna por el control de las rutas de la droga hacia Estados Unidos.
En agosto de 2010, un grupo de 72 emigrantes indocumentados, la gran mayoría centroamericanos, fueron masacrados por los Zetas en la comunidad de San Fernando, Tamaulipas, a unos 180 kilómetros de la frontera.
En los últimos años, en Tamaulipas y otros estados del norte de México, ciudadanos y organizaciones civiles han señalado que viajeros de autobuses son secuestrados en plena carretera, aunque las denuncias ante las autoridades son contadas, sobre todo por temor de los conductores o los otros pasajeros.
Las autoridades presumen que los carteles, principalmente los Zetas, secuestran a estas personas como una forma de reclutamiento forzado.
Desde que en diciembre de 2006 el entonces presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva militar contra los cárteles de las drogas, más de 168.000 personas han sido asesinadas y más de 28.000 se encuentran desaparecidas, según cifras oficiales.
Tamaulipas es el estado que registra el mayor número de desaparecidos, con más de 5.700, muchos de ellos en carreteras que son consideradas entre las más peligrosas de México.