Decenas de policías militares se desplazaron este martes por barrios pobres del noreste de la capital hondureña para retomar el control de zonas que han estado en poder de las violentas pandillas, constataron periodistas de la AFP.
Unos cien efectivos del Primer Batallón de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) patrullaron las colonias El Sitio, La Sosa y Estados Unidos, en algunos de los cuales borraron graffitis de la pandilla Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS-13) pintados en las paredes y muros de las casas.
La presencia de los policías militares fue aprovechada por profesores de jardines escolares para celebrar el Día del Niño que se conmemora en Honduras el 10 de septiembre.
Las tres colonias del noreste de la capital han estado bajo control de la Mara 18 y la Mara Salvatrucha-13 en un encarnizada lucha por territorios para la venta de drogas. Una vecina que se identificó como María Hernández relató que por el control que ejercen las pandillas ella trata de evitar el contacto con los vecinos porque «es peligroso».
Por su parte, una profesora de un jardín de niños que prefirió no identificarse destacó que al centro de estudios acuden hijos de los pandilleros y maras, por lo que no les crean problemas.
Los operativos «se llevan a cabo para establecer control de la zonas tomadas por pandilleros y dar tranquilidad a la población», dijo a la AFP el capitán del Primer Batallón de la PMOP, Juan Carlos Domínguez. «Estamos haciendo una proyección social para que la gente pueda estar en paz» en los barrios «calientes» por la elevada tasa de homicidios, robos y otros delitos, subrayó el oficial.
Indicó que la recuperación de territorios controlados por las pandillas se efectúa también en las zonas periféricas de otras ciudades hondureñas. Según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), entre 2004 y 2014 más de 174.000 hondureños abandonaron barrios y colonias sitiadas por pandilleros en 20 de los 298 municipios de Honduras.
El éxodo ha continuado sin que se actualicen las cifras. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) estima que en Honduras hay unos 36.000 miembros de pandillas.