Una china de 28 años, a quien la seguridad social había retirado su ayuda tiempo atrás, mató a hachazos a sus cuatro hijos y se suicidó, revelaron las autoridades locales, lo que desencadenó un debate en las redes sociales sobre pobreza y corrupción.
Yang Gailan mató a sus cuatro hijos, con edades entre los 3 y 6 años, el 26 de agosto pasado en la aldea de Agushan, en la provincia pobre del Gansu (noroeste), para luego suicidarse ingeriendo el contenido de un frasco de pesticida, reveló la semana pasada la policía del condado de Kangle.
El padre de familia, un agricultor de 31 años, por su parte, también se suicidó el 4 de setiembre después de enterrar a su mujer e hijos.
Las autoridades del condado revelaron el viernes que abrieron una investigación sobre este drama, precisando que la ayuda social a esta familia le fue suprimida en 2014, después que su hogar recibiera anualmente unos 5.200 yuanes (menos de 700 euros), o sea, más del doble de lo que se considera el umbral de pobreza.
El drama ha provocado conmoción en las redes sociales chinas. «Vivimos en una sociedad brutal que devora a sus hijos«, comentó un internauta en la red Weibo.
Según el diario en inglés Global Times, el drama afectó aún más a la opinión pública puesto que, según allegados a la familia, la ayuda social le fue suprimida por no haber accedido a sobornar a los responsables locales.
Unos 70 millones de chinos vivían por debajo del umbral de la pobreza, estimado en 2.300 yuanes anuales en las zonas rurales en 2014, según la Oficina Nacional de Estadísticas.