La policía española abrió este lunes una investigación tras el hallazgo del cadáver de un oso pardo, una especie protegida en este país, con un disparo en el pecho.
El animal, con un peso de unos 105 kilos, fue encontrado el viernes por unos turistas en la entrada de la Reserva Natural de Muniellos en la región de Asturias, en el norte de España, explicó un portavoz de la policía local.
En España habitan alrededor de 280 osos pardos, la mayoría en la boscosa Asturias y en las montañas de los Pirineos, junto a la frontera con Francia, según la Fundación Oso Pardo.
El presidente de esta fundación, Guillermo Palomero, aseguró que el hecho es «muy grave» y «muy preocupante» pues ocurrió «en el corazón de un espacio protegido».
«No hay razón que justifique disparar y matar a un oso«, dijo a la AFP.
Reintroducido en algunas áreas de Europa Occidental –en el este del continente nunca desaparecieron–, los osos pardos provocaron malestar entre parte de la población local por varios ataques contra el ganado sucedidos en los últimos años.
Los machos pueden llegar a pesar 350 kilos y las hembras unos 200 y pueden correr más rápido que un hombre. Sobre sus patas traseras, pueden llegar a medir dos metros.
Son omnívoros, se alimentan de bayas y frutos secos y también de animales como ovejas y terneros.
Según World Wildlife Fund (WWF), los osos juegan un papel importante en mantener bajo control la población de otros animales y en dispersar las semillas con sus excrementos.