La contaminación atmosférica se convirtió en el cuarto factor de deceso prematuro en el mundo, provocando pérdidas de potenciales beneficios por centenares de miles de millones de dólares a la economía mundial, según un informe del Banco Mundial publicado el jueves.
El aire contaminado mató a 2,9 millones de personas en 2013, según los últimos datos disponibles publicados en un informe de la institución de desarrollo. Si se suma la contaminación en los hogares, principalmente la resultante del uso de combustibles sólidos para calefaccionar o cocinar, el total de muertos se eleva a 5,5 millones.
Las enfermedades causadas por la contaminación ambiental (cardiovasculares, cáncer de pulmón, y otras enfermedades pulmonares crónicas y respiratorias) son en consecuencia responsables de una muerte de cada 10 en el mundo, seis veces más que las producidas por el paludismo.
Cerca de 87% de la población del planeta está más o menos expuesto a esta contaminación.
Estas pérdidas en vidas humanas son también sinónimo de pérdidas en términos de potenciales ingresos y de obstáculos al desarrollo económico, según cálculos del Banco Mundial.
El estudio evalúa que las pérdidas de ingresos laborales imputables a esos decesos alcanzaron unos 225.000 millones de dólares en 2013.
Además, esta contaminación provoca pérdidas en términos de bienestar que totalizan 5,1 billones de dólares, considera el BM.