Dos personas permanecían detenidas este miércoles después de que la policía francesa hallara varias bombonas de gas en un coche cerca de la catedral de Notre Dame de París el pasado fin de semana.
Los dos sospechosos estaban detenidos el miércoles, informaron fuentes policiales y próximas a la investigación. Se trata del propietario del auto y de un miembro de su entorno, identificados y arrestados el martes. Ambos son conocidos por la policía, según una fuente policial.
El descubrimiento se produjo en pleno estado de emergencia, casi dos meses después del atentado de Niza (sur), que dejó 86 muertos.
La fiscalía antiterrorista francesa abrió una investigación preliminar por asociación de malhechores con fines terroristas.
Los investigadores antiterroristas y los servicios de inteligencia fueron contactados el domingo, cuando el empleado de un bar detectó la presencia de una bombona de gas en el asiento de un vehículo, que carecía de matrícula y que tenía las luces de emergencia encendidas, indicó una fuente policial.
Esa bombona estaba vacía pero los policías hallaron, dentro del maletero, otras cinco bombonas de gas llenas, precisó una fuente próxima a la investigación.
Con todo, los investigadores no encontraron ningún detonador dentro del vehículo.
El auto estaba estacionado en una pequeña calle de la capital, no muy lejos del muelle Montebello, frente a la catedral de Notre Dame de París, según una fuente policial.
El fantasma de los coches bomba
Francia está sometida a una amenaza terrorista sin precedente desde hace año y medio, tras una serie de atentados yihadistas, la mayor parte de los cuales reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), desde enero de 2015 y por otros proyectos desbaratados.
El director general de la seguridad interior francesa (DGSI), Patrick Calvar, avisó en mayo ante una comisión de la Asamblea Nacional francesa del riesgo de «una nueva forma de ataque» con la «colocación de artefactos explosivos» en lugares con alta concentración de gente.
Calvar afirmó, ante la comisión de investigación preliminar de los atentados, que estaba «convencido» de que los yihadistas «ganarán fuerza» al pasar a la fase «de coches bomba y artefactos explosivos«.
«Desde el momento en el que cuenten con artificieros en nuestro territorio, podrán evitar sacrificar a sus combatientes creando el máximo de daño posible», afirmó.
Los pasados 7,8 y 9 de enero de 2015 se produjeron ataques en Francia contra el periódico satírico Charlie Hebdo y un supermercado kósher de París, que dejaron 17 muertos.
El 13 de noviembre de 2015, 130 personas murieron en los atentados más mortales jamás cometidos en Francia, unos ataques coordinados en París y perpetrados por tres comandos en las inmediaciones del Estadio de Francia, en varias terrazas y cafeterías de la ciudad y en la sala de conciertos Bataclan.
El pasado 14 de julio, 86 personas fallecieron atropelladas por un camión que irrumpió en el paseo marítimo de Niza (sur) durante las celebraciones del día de la fiesta nacional.
Francia está en el punto de mira del grupo yihadista Estado Islámico. Varias decenas de franceses se han unido a sus filas o han intentado entrar en la organización yihadista y el grupo suele amenazar a París por su participación en la coalición internacional que combate al EI en Siria e Irak.