Un ex nadador de la Universidad de Stanford cuya sentencia de seis meses de prisión por violar a una mujer inconsciente desató indignación en todo el país quedó en libertad el viernes tras cumplir apenas la mitad de la sentencia.
Brock Turner salió por la entrada principal de la cárcel del condado Santa Clara y se alejó en un vehículo blanco. El hombre de 21 años planea regresar a Ohio a vivir con sus padres y debe registrarse como delincuente sexual de por vida y enfrenta tres años de libertad supervisada.
El caso de Turner ganó prominencia cuando una conmovedora declaración de la víctima inundó las redes sociales y muchos criticaron fuertemente la levedad de la sentencia, que hizo que los legisladores en California promulgaran una ley más severa contra las agresiones sexuales y llevó a la inhabilitación del juez.
Turner fue hallado culpable de violar a la joven junto a un depósito de basura luego que ambos bebieron en una fiesta de estudiantes universitarios en enero del 2015. Turner planea apelar el fallo.
En la sentencia en junio, el juez Aaron Persky mencionó las «extraordinarias circunstancias» de la juventud de Turner, la ausencia de un historial delictivo y otras consideraciones. Siguió la recomendación del departamento de libertad bajo palabra de una sentencia «moderada».
Luego de las fuertes críticas y una campaña por su destitución, Persky se retiró voluntariamente de presidir causas criminales, a partir de la semana próxima.
En California, los reclusos enviados a cárceles locales con sentencias breves usualmente salen tras cumplir la mitad de la condena si mantienen buena conducta. Las autoridades de prisiones de Ohio acordaron este mes hacerse cargo de supervisar la libertad condicional de Turner.
El alguacil del condado Greene, Gene Fischer, dijo que Turner tiene cinco días para registrarse como delincuente sexual en su oficina en Xenia, Ohio; tendrá que reportarse con un agente de libertad bajo palabra durante tres años y no podrá consumir bebidas alcohólicas ni drogas en ese período.
Fischer dijo que su departamento enviará notificaciones por correo a los vecinos de Turner informándoles de que un delincuente sexual vivirá en el barrio. Turner tendrá que registrarse en persona cada tres meses en la oficina policial, reafirmando que sigue viviendo con sus padres.
Además, policías lo visitarán periódicamente sin previo aviso para asegurarse de que no se ha mudado sin permiso de las autoridades.
Turner además tiene prohibido estar cerca de parques, escuelas y otros lugares en los que se congregan niños.
«Se le tratará de la misma forma en que se trata a cualquier otro delincuente sexual que monitoreamos», dijo Fischer.