Un fuerte sismo de magnitud 7,1 sacudió Nueva Zelanda en las primeras horas del viernes, provocando un pequeño tsunami que no dejó víctimas ni daños materiales, anunciaron las autoridades.
El epicentro del terremoto se registró a las 16H37 GMT del jueves, a una profundidad de 30 km y a unos 167 km al este de Gisborne -en la Isla del Norte del archipiélago-, precisó el Instituto de geofísica de Estados Unidos (USGS).
Radio Nueva Zelanda recomendó a los residentes alejarse de la costa.
Posteriormente, varias réplicas, algunas de magnitudes cercanas a 6 grados, sacudieron el área en el momento en que la población evacuaba la zona, pero menos de tres horas después, las autoridades indicaron que ya era posible regresar a sus casas.
«La ola de mayor altura ya se ha producido (30 centímetros) y se esperan otras de más de 20″, señaló la defensa civil, responsable de la gestión de emergencias nacionales.