Pobladores encontraron en un cuarto de lata a un joven asesinado de un balazo en la cabeza en Liberia, provincia de Guanacaste en Costa Rica.
Con un tiro de gracia en la frente acabaron con la vida de Raúl José Rodríguez Roldán, de 23 años, a quien llevaron a un ranchito del barrio Martina Bustos, en Liberia, y lo dejaron en un pequeño cuarto de latas.
Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), a la víctima la vieron ingresar a la pequeña propiedad con otro hombre, al parecer allí discutieron y luego se escuchó un balazo.
Minutos después pocos testigos vieron al presunto asesino caminando hacia la salida del conflictivo caserío pampero, en horas de la madrugada.
Paramédicos llegaron al sitio tras la alerta de los vecinos y se sorprendieron con lo que vieron. Rodríguez estaba sentado en una banca y una herida de bala en la cabeza, por lo que se presume que lo asesinaron con un arma de grueso calibre.
La Cruz Roja no tuvo más opción que declararlo fallecido en el sitio y dejó la escena en manos de la policía.
Sobre el fallecido, el OIJ confirmó que era un viejo conocido para la policía, incluso en los registros corroboraron que tenía antecedentes penales por delitos contra la propiedad.
En razón de esa información, los agentes trabajan para ver si eso pudo ser uno de los elementos que detonaron el homicidio o se produjo por otro incidente independiente.
Sobre algún oficio conocido, solo se supo que su último trabajo fue en la empresa Mutiasa, en Barrio Corazón de Jesús, San José, sin embargo desde hace varios meses ya no tenían ninguna relación.
Al parecer después de eso partió a Guanacaste en busca de nuevas oportunidades y habría tenido problemas con una banda de la zona, incluso se especula que quien lo asesinó sería del mismo barrio donde ocurrió el homicidio.