El hermano del niño sirio cuya impasible imagen, ensangrentado y cubierto de polvo, ha tocado una fibra sensible en todo el mundo murió a causa de las lesiones del bombardeo registrado a principios de esta semana y que destruyó la casa de su familia en Alepo.
Alí Daqneesh, de 10 años de edad, hermano de Omran Daqneesh, murió el sábado, según Yousef Tsadik, el director del Centro de Prensa de Alepo.
Alí pereció en un hospital de campaña en Alepo por las heridas sufridas en el ataque aéreo del miércoles y su madre permanece hospitalizada en estado crítico, dijo Tsadik.
Las fotos y el video de Omran sentado, en silencio en una ambulancia, a la espera de ayuda, despertó reflexiones sombrías de las atrocidades de la guerra civil siria.
La ciudad, en el norte de Siria, ha sido sitiada por años durante la guerra civil de ese país.
Miles de personas han muerto allí.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, basado el Londres, más de 4.500 menores de 18 años han muerto en Alepo por los 5 años de guerra.
Este sábado imágenes trágicas se repitieron en Alepo. Una escena terrible fue el llanto desconsolado de dos niños que comparten el dolor por haber perdido a un hermano. Se abrazan y uno de ellos grita sin consuelo.
Ellos en cambio han tenido más suerte y pueden contarlo. Algunas casas han quedado reducidas a escombros tras el ataque aéreo con dos bombas barril de los aviones de Al Asad contra grupos armados opositores al régimen.
Al menos hubo 5 muertos en estos ataques, entre los cuales se encuentran niños y mujeres. Los equipos de rescate que han trabajado sin descanso en la zona, no descartan más heridos.