Como un milagro catalogan los médicos del Hospital Nacional de Niños de Costa Rica que uno de sus pacientes que sufriera el 58% de quemaduras en su cuerpo permanezca con vida en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Se trata de un menor de apellido Martínez de 10 años, quien no logró salir a tiempo de su vivienda ubicada en el barrio Daytonia en Sixaola, luego de que uno de los dormitorios se convirtiera en un infierno.
En el incendio también resultó afectada su abuelita Hortensia Chávez, quien sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en extremidades, rostro y pecho, que lamentablemente terminaron por quitarle la vida la madrugada de este miércoles.
Ambos pacientes fueron trasladados vía aérea hasta la capital. La señora Chávez fue intervenida en el Hospital San Juan de Dios, sin embargo, a pesar del esfuerzo de los médicos su corazón dejó de latir y su cuerpo fue llevado a la Morgue.
No obstante, un luchador sigue librando la batalla contra la muerte, pese a que su condición es sumamente delicada, por lo que permanece sedado para evitar dolor y así poder ventilarlo mientras su cuerpo permanece envuelto.
Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños de Costa Rica manifestó que la condición del menor es reservada. Se cura en la sala de operaciones todos los días, estamos luchando por él, su pronóstico es reservado, la extensión y profundidad de las heridas, así como las quemaduras en la vía aérea hacen que sea un desafío. Tiene el 5% de probabilidades de sobrevivir, está en un cuarto aislado individual, al considerársele un gran quemado, pero tiene atención especializada las 24 horas, explicó.
Arguedas agregó que por año ingresan 400 niños graves, a los quemados se les hace un lavado diario de una hora aproximadamente.
Según los especialistas existen tres causas de muerte cuando una persona sufre algún tipo de quemadura. Las infecciones causadas porque la piel pierde sus defensas, el compromiso multiorgánico que padecen y el desbalance hidroelectrolítico (deshidratación) que sufre el paciente que pierde fluidos (sodio-potasio) por las quemaduras.
Candy Cubillo, amiga de la familia, quien los acompañó a ambos centros médicos no ocultó su tristeza tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos.
No hay esperanza de vida, tenemos que seguir esperando la voluntad de Dios, ver al niño, quien sufre de autismo y epilepsia, todo envuelto es terrible luego de que estuviera sano. El día de los hechos cuando la abuelita ve las llamas se desmaya y por su condición se tira al piso y abraza a su abuelita, como para protegerla, mientras ambos inhalaban humo tóxico, luego fueron rescatados, recordó.
Cubillo recuerda que pese a que el menor estaba todo quemado no lloraba y más bien intentaba sentarse, se me rompe el corazón mencionó.
El cuerpo de la abuelita será trasladado hoy jueves hasta el barrio Daytonia en Sixaola, donde le darán sepultura, luego de que la Municipalidad de Talamanca les diera la bóveda y el hospital San Juan de Dios colaborara con el ataúd.
La madre, el padre y demás familiares del niño permanecen a sus pies orando para aceptar la voluntad Dios, por lo que no pierden la fe de que todo saldrá bien.