Un bombardeo aéreo de la coalición internacional contra una fábrica de armas del Estado Islámico cerca de Raqa, uno de sus bastiones en Siria, podría haber matado a civiles, informó el miércoles el Pentágono, que investiga los hechos.
«Los reportes muestran que lo que parece ser un vehículo no-militar, se dirigió hacia el blanco después de que el arma fue liberada del avión», dijo el Comando Central estadounidense en Medio Oriente (Centcom) en un comunicado.
El reporte agregó que «los ocupantes del vehículo pueden haber perecido como resultado del bombardeo«.
«Cada testimonio de pérdidas civiles, de fuentes internas o externas, es estudiado de cerca para verificar si efectivamente murieron como daño colateral», añadió el Centcom.
Es habitual que civiles entren en el perímetro de la explosión de una bomba después de que sea lanzada de un avión o de un drone, porque a veces toma hasta 45 segundos para que el misil llegue a su blanco.
Los operadores de drones son capaces de cambiar la trayectoria de un misil a último segundo para que se estrelle contra un campo o una zona inhabitada.
El ejército estadounidense ha reconocido haber matado a 55 civiles durante los ataques aéreos contra el EI desde 2014, una cifra que los observadores de derechos humanos consideran muy baja.
El Pentágono ya inició investigaciones sobre dos bombardeos que habría dejado víctimas civiles cerca de Minbej en Siria, el 19 y 28 de julio pasado.