Uno de los policías de élite que fue herido en la cabeza por un disparo de narcotraficantes en una favela de Río de Janeiro murió en la noche del jueves al viernes.
El ministro de Justicia interino Alexandre de Moraes informó en su página Facebook de la muerte del policía Hélio Andrade, de 35 años, que trabajaba en la seguridad de los Juegos Olímpicos que se celebran hasta el 21 de agosto en Río.
El gobierno federal decretó un duelo oficial de 24 horas en todo el país en homenaje a este policía originario del estado amazónico de Roraima, a quien «mataron en una acción efectiva durante una operación de la Fuerza Nacional de seguridad de los Juegos», indicó el diario oficial.
Un policía que hacía guardia frente al hospital donde Andrade fue operado y que pidió el anonimato dijo a la AFP que éste y otros dos policías de élite habían entrado en automóvil por error en Vila do Joao, una de las varias favelas que componen el peligroso Complexo da Maré, cerca del aeropuerto internacional de Río. Su coche fue alcanzado por disparos de los narcos.
De los otros dos colegas de Andrade, uno fue herido levemente y el otro salió indemne.
La policía anunció que realizó el jueves una operación en la misma favela donde fue atacado Andrade y sus colegas en la que murió un hombre y dos personas resultaron heridas. Pero los sospechosos de haber atacado a los policías de la Fuerza Nacional no fueron arrestados, informó el portal de noticias G1.
Unos 5.000 policías de élite provenientes de todo el país integran la Fuerza Nacional, enviada a Río para reforzar la seguridad de los Juegos.
Con 6,5 millones de habitantes y una tremenda desigualdad social, Río de Janeiro padece una criminalidad muy elevada alimentada por bandas de narcotraficantes fuertemente armados. Agresiones y robos violentos son moneda corriente. Muchos habitantes de las favelas mueren a manos de la policía y de balas perdidas provenientes de armas de narcos u oficiales.
Las autoridades han movilizado a 85.000 policías y militares para trabajar en la seguridad de los Juegos en Río y en las otras ciudades donde habrá partidos olímpicos de fútbol (Brasilia, Belo Horizonte, Sao Paulo, Manaus, Salvador), el doble que en Londres-2012.