Diez presos perdieron la vida en una cárcel de las afueras de Manila en una posible tentativa de evasión fallida mediante una toma de rehenes, anunciaron este viernes las autoridades.
Los detenidos, entre ellos dos chinos, se encontraban el jueves por la noche en la oficina del director de la prisión de Paranague City, cuando se registró una explosión que mató a los presos, declaró Xavier Solda, portavoz de la administración penitenciaria. El director de la prisión resultó herido y fue hospitalizado.
La explosión provino al parecer de una granada, señaló Solda, quien preciso que también se halló una pistola en el lugar. «Las primeras investigaciones apuntan a una posible tentativa de evasión con toma de rehenes», añadió.
Ocho de los presos, entre ellos los dos chinos, cumplían penas de prisión por casos relacionados con estupefacientes, mientras que los otros dos fallecidos cumplían condenas por robo.
El portavoz precisó que los detenidos habían solicitado hablar con el director, pero se desconoce porqué este último aceptó recibirlos sin guardias de seguridad.
Esta explosión tiene lugar cuando, en Filipinas, el nuevo presidente Rodrigo Duterte ha iniciado una amplia campaña de represión contra el crimen, en particular contra el narcotráfico.
Esta campaña se ha materializado en la muerte de cientos de sospechosos en las calles y en la detención de otros miles, agravando así el problema de hacinamiento en las cárceles.