Cerca de 45.000 yihadistas murieron en Irak y Siria desde que comenzó la operación para derrotar al grupo Estado Islámico hace dos años, dijo este miércoles un teniente general estadounidense.
«Estimamos que en los pasados 11 meses, matamos a unos 25.000 combatientes enemigos. Cuando se le suman los 20.000 muertos estimados (previamente), da 45.000 enemigos fuera del campo de batalla», dijo el teniente general Sean MacFarland, comandante de la campaña de la coalición liderada por Estados Unidos contra el EI.
Según el general, el EI dispone actualmente de 15.000 a 30.000 hombres, pero considera que el grupo tiene crecientes problemas para engrosar sus filas y remplazar a los muertos en combate.
«El número de combatientes en el frente bajó. No solamente en cantidad, sino en calidad, notamos que operan de forma menos eficaz que antes, lo que de hecho los hace blancos más fáciles para nosotros», consideró MacFarland, respondiendo a preguntas de los periodistas en el Pentágono, a las cuales contestó desde su puesto de comando en Bagdad.