Delincuentes privaron de su vida a un joven salvadoreño ayer por la tarde, cuando el infortunado venía de su centro de labores y fue interceptados por unos maleantes que intentaron robar su celular y al oponerse al robo le dieron varias estocadas.
David Ernesto Sánchez Orellana estaba por cumplir 21 años, pero la tarde del lunes, unos delincuentes lo apuñalaron hasta matarlo.
Las primeras investigaciones apuntan a que el joven se habría opuesto a que le robaran su teléfono celular, según la Policía.
El homicidio fue cometido, alrededor de las 4:00 de la tarde, en la calle Sierra Madre, en la residencial Montebello, en Mejicanos.
Algunos allegados de David Ernesto relataron que él regresaba a su vivienda tras culminar su jornada laboral en un call center. Los ladrones le salieron al paso, le exigieron el aparato telefónico y cuando se negó a entregarlo lo lesionaron con un cuchillo.
Los esfuerzos de algunos ciudadanos por auxiliarlo fueron en vano: murió a los pocos minutos.
Sánchez se graduó de bachiller, en 2013, en el colegio Ricaldone, de San Salvador. Algunos de sus compañeros señalaron que siempre fue un alumno sobresaliente, muestra de ello es que en noveno grado y en sus tres años de bachillerato, opción Contabilidad, se llevó los primeros lugares.
A través de las redes sociales sus amigos, sus excompañeros y los empleados de la institución educativa han condenado el hecho y han pedido a las autoridades que esta muerte no quede impune.
En otro hecho completamente distinto a este, las autoridades salvadoreñas detuvieron a cuatro personas por estafar a un banco con 135 mil dólares.
La Fiscalía General de la República de El Salvador informó sobre cuatro capturas con órdenes administrativas que realizó en las últimas horas en el oriente del país por presunta estafa a un banco.
Según el ministerio público, entre estas personas se encuentra César Sorto Di Majo, quien es ejecutivo de la entidad bancaria, además, Fredy Ferrufino Ramírez, quien trabaja como oficial de Cámara Primera Sección de Oriente.
Otros capturados en el caso son Luis Alonso Segovia y Pedro Paúl Portillo López. La investigación indica que el empleado bancario tramitó, al menos, siete créditos a diferentes personas con documentación falsa.