Un importante incendio en la isla portuguesa de Madeira destruyó al menos, seis viviendas el martes y forzó la evacuación de más de 200 personas. Entre tanto, un descenso de las temperaturas durante la noche ayudó a los bomberos en la lucha contra otros fuegos forestales declarados hace días en el territorio continental portugués.
Las llamas que cercaban a varios suburbios de la capital de Madeira, Funchal, calcinaron varias viviendas en los alrededores de la ciudad y proyectaron una negra humareda sobre el centro, según imágenes emitidas por la cadena de noticias por cable S.I.C. Noticias.
Las empinadas colinas y densa vegetación de Madeira complicaba el acceso al fuego, indicaron responsables del servicio de bomberos. Ocho bomberos necesitaron atención médica tras inhalar humo cuando los fuertes vientos avivaron las llamas en la isla, situada en aguas al noroeste de África. Más de 200 pacientes de un pequeño hospital fueron evacuados como precaución, según las autoridades.
En el territorio continental portugués, unos 2.900 bomberos respaldados por 24 aeronaves para arrojar agua luchaban contra el fuego, según el Servicio Nacional de Protección Civil. Las zonas más afectadas estaban en el norte de Portugal, donde las temperaturas superan los 30 grados Celsius (86 Fahrenheit) desde el sábado. Los bosques de pino y eucalipto de la zona están secos y sirven como combustible para las llamas tras un largo periodo sin lluvias.
En la zona en torno a Viseu, 290 kilómetros (180 millas) al norte de Lisboa, la capital, un incendio forestal obligó a cerrar una importante autopista. En la cercana Agueda se cerraron carreteras y los fuegos cortaron tendidos eléctricos. Lisboa se encontraba el martes bajo una bruma provocada por el humo de los incendios en la región.