Agentes del Organismo de investigación Judicial de Costa Rica allanaron un búnker en una de las calles de San José, encontraron droga, dinero, dos personas detenidas, tres loras y una perra que estaban entrenados para dar aviso cuando se acercaba la policía.
Tres loras adultas y una perra callejera servían de campanas en un búnker ubicado en avenida 9 calle 6 de San José, sitio al que llega gran cantidad de personas adictas a las drogas y al licor.
Agentes de la Sección de Estupefacientes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) con ayuda de la Policía Municipal capitalina allanaron la vivienda que es el principal punto de venta de drogas en las cercanías del Museo de los Niños.
Cuando ingresaron se encontraron con los animales que estaban repitiendo, policía-policía, mientras que el can empezó a ladrar. Tras percatarse de la presencia de los policías, un grupo de personas intentaba esconderse y botar los paquetes de droga que habían adquirido.
Luego de una minuciosa revisión de la estructura, que también sirve de pensión, las autoridades encontraron decenas de dosis de marihuana y crack, así como dinero en efectivo, que se presume es producto de la venta de la mañana.
Las autoridades judiciales coordinaron con personeros del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) quienes se hicieron cargo de las tres loras, que serán chequeadas y posiblemente deberán ser desintoxicadas por veterinarios, ya que les daban comida de todo tipo. Por otra parte, una institución se hizo cargo de la perra.
Según los expertos, las aves son una lora frente roja y dos nuca amarilla, las cuales estaban enjauladas, sin embargo, quedó demostrado que son muy hablantinas y se mostraron algo violentas.
De acuerdo con las autoridades, el fin de la incursión es erradicar el ilegal negocio y recuperar la zona norte de la capital que es frecuentada por habituales de los cuales algunos cometen robos y asaltos para comprar sus dosis.
Marcelo Solano, Director de la policía Municipal de San José manifestó que seguirán interviniendo este tipo de lugares. Un costarricense de apellidos Sánchez Benavides y una colombiana Angulo Rossi quedaron detenidos como sospechosos del delito de tráfico de drogas y ambos cuentan con amplio expediente por el mismo delito por lo que son reconocidos de la policía».
También se ubicó una lista de clientes donde se decía lo que iban a comprar y los días que llegaban, mientras que en las afueras del búnker habían instalado dos cámaras de seguridad en los extremos, mediante las que los administradores se daban cuenta quién se aproximaba.