Luego de una demanda de varias familias de migrantes, el estado de Texas aceptó modificar sus reglamentos y otorgar actas de nacimiento.
Este estado no emitía constancias a los hijos de migrantes indocumentadas, sin embargo luego de la demanda de docenas de familias y la organización comunitaria La Unión del Pueblo, las autoridades decidieron modificar su normativa.
De acuerdo al portal electrónico de la de la organización Texas Civil Rights Projetc, dicho estado hará ajustes al reglamento para poder entregar una constancia de nacimiento a los menores nacidos en ese lugar, que sean de madres sin documentos de residencia legal.
Al no contar con actas de nacimiento, nuestras clientes vivían en un miedo constante de que sus familias fueran separadas y de que sus hijos, a pesar de ser ciudadanos estadounidenses, fueran deportados. También enfrentaban dificultades para acceder a servicios escolares, de salud, cuidado infantil, entre otros, explica Efrén Olivares, Director Jurídico Regional de la oficina del Sur de Texas del Texas Civil Rights Project.
Las autoridades del estado ahora aceptarán identificaciones de migrantes indocumentados que viven el ese lugar, incluida la credencial para votar desde el extranjero, para los países en que aplica esa medida; las certificaciones emitidas por los consulados de El Salvador, Guatemala y Honduras; además de papeles religiosos y médicos, documentos oficiales de inmigración, y algunas identificaciones vencidas.
El estado acordó también capacitar a los oficiales locales sobre el nuevo reglamento, acción que desarrollaran los próximos nueve meses.
Adicionalmente estará disponible la línea telefónica 888 963-7111, donde se pueden comunicar las personas a las que les nieguen el acta de nacimiento.
Trabajaremos con nuestros clientes y otros aliados en la comunidad para monitorear los esfuerzos del Estado para asegurar que las familias reciban sus actas de nacimiento al mostrar estas identificaciones a partir de ahora, comentó Jennifer Harbury, abogada que encabezó el litigió.
La demanda comenzó en 2015 cuando Texas modificó sus políticas de identificación para cuando un padre o madre solicitan un acta de nacimiento, y se negó a aceptar las identificaciones de los migrantes no legales.
Esa acción causó que la mayoría de los menores nacidos en Estados Unidos no tuvieran un documento de nacionalidad.